El problema mente-cerebro (o mente-cuerpo) existe porque esas dos entidades aparentan ser cosas completamente distintas. Mientras el sistema nervioso tiene propiedades físicas (masa, volumen) y está sujeto a las leyes de la física (gravedad, entropía), la mente no. Imaginar eventos futuros no pesa. Una creencia no oxida. El problema mente-cerebro está ligado al llamado “problema difícil de la Consciencia”, que separa aspectos mentales considerados más “fáciles” de explicar (atención, percepción de objetos) que aquellos que todavía son un misterio para la ciencia (percepción del “Yo”, subjetividad).
La relación entre la mente y el
cerebro ha desquiciado a su vez la mente de muchos filósofos, físicos,
neurólogos y neurofisiólogos. Descartes trastornó nuestras categorías de
pensamiento cuando postuló que existían sólo dos sustancias, la res cogitans
(la mente) y la res extensa (el cuerpo) y así la relación entre ellas se hizo
problemática.
Varios paradigmas se han
utilizado para tratar de explicar la relación mente-cerebro; todas ven el
cerebro como una máquina en los términos de mecánica clásica. Los más recientes
paradigmas son el cerebro-hardware y la mente-software. En este artículo se ha
examinado la relación mente-cerebro desde una perspectiva histórica y se han
aplicado algunos conceptos de la termodinámica, la cibernética y la teoría de
la información para analizar esta compleja asociación.
Los organismos biológicos con
sistemas abiertos que interaccionan con su medio ambiente o sus alrededores a
través de un intercambio constante de materia y energía. El cerebro también es
un sistema abierto que intercambia no sólo energía con su entorno sino también
información, ese intercambio no es sólo con el medio físico, sino que también
incluye el mundo de la información y de los símbolos que existen en la cultura,
la ciencia y la tecnología.
El cerebro produce y adquiere información a través del lenguaje en general y del lenguaje escrito en particular. Existe información en el DNA, en el cerebro de los individuos y en todos los instrumentos que almacenan la información escrita que ha acumulado la especie humana a través de los siglos, y esos diversos tipos de información interaccionan.
El descubrimiento de la agricultura permitió al hombre un mayor acceso a los alimentos y, por lo tanto, promovió el crecimiento y la supervivencia de la especie. La invención de la escritura permitió al hombre almacenar información y aquélla se convirtió en la principal fuerza en el desarrollo de la cultura, la ciencia y la tecnología. Estos dos descubrimientos han sido de la mayor importancia en la promoción de la supervivencia del individuo y de la especie. Se sugiere que una de las principales funciones del cerebro es promover la supervivencia.
El problema cerebro-mente es
hablando estrictamente la relación entre el cerebro y los diversos estados de
conciencia, los cuales son susceptibles de ser explorados por la
neurofisiología moderna. Lo que no puede abarcar, de nuevo estrictamente, es la
relación entre el cerebro y la totalidad de información acumulada en la
cultura, ciencia y tecnología; después de todo, la información presente en cada
individuo es muy variable.
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